La Neuromielitis Óptica es una enfermedad autoinmune (osea que se da, porque las defensas atacan células propias del cuerpo), desmielinizante (la estructura que se afecta es el recubrimiento de los nervios), y afecta con mayor frecuencia la médula espinal y los nervios ópticos (los encargados de la visión). El tratamiento de esta enfermedad a largo plazo se tiene que dar por médico especialista (neurólogo), el cual administra medicamentos de forma constante para evitar que el daño progrese de forma rápida y diminuir las recaídas. Por lo tanto, la recomendación es asistir de forma regular al especialista para que se de un manejo a largo plazo, pues no existen métodos naturales comprobados científicamente que se puedan realizar en casa para evitar las recaídas.