El ojo seco es una condición en la cual el ojo produce muy pocas lágrimas o las que produce se evaporan muy rápidamente y no alcanzan a lubricar la córnea de manera adecuada, ocasionando irritación. Son muchos los factores que pueden ocasionar ojo seco, desde deficiencia de vitamina A, la edad avanzada, enfermedades como Diabetes Mellitus o enfermedad de Parkinson, el uso de lentes de contacto o de algunos medicamentos, protrusión del ojo, algunas cirugías oftalmológicas y especialmente, una enfermedad donde el mismo cuerpo se ataca a sí mismo, que se llama Síndrome de Sjögren. De acuerdo a la causa que el oftalmólogo determine, es posible que el ojo seco tenga cura o no. Inicialmente el tratamiento es con sustancias que lubriquen la córnea como las lágrimas artificiales. Es recomendable que se trate de parpadear frecuentemente, especialmente si se está leyendo o usando el computador, y evitar el uso de aire acondicionado o generadores de calor. Existen otros tipos de tratamiento, incluso cirugías, pero todo dependerá de la causa que desencadena el ojo seco.