Hay que tener en este caso muy en cuenta el descanso en cama ya que es el momento en que el núcleo pulposo y el disco intervertebral recuperan su humedad o jugosidad. Evitar el trote, las cargas, las sentadillas. Fortalecer con ejercicios la espalda baja. Bajar de peso, fortalecer abdominales con ejercicios dirigidos por fisioterapeuta.