El Monitoreo de la Presión Intracraneal, es un procedimiento mediante el cual se mide la presión dentro del cráneo en pacientes que son susceptibles o padecen actualmente, alguna patología que aumenta el riesgo de padecer un aumento de la presión intracraneal.
La presión dentro del cráneo, se mantiene estable gracias a una relación estrecha entre sus componentes: tejido cerebral, sangre y líquido cefalorraquídeo, que se encuentran dentro de una caja inextensible (el cráneo), en vista de lo cual, si alguno de estos componentes toma mayor proporción del espacio, de manera forzosa deben disminuir alguno de los otros 2 para mantener el equilibrio, lo cual puede ocasionar diversos daños, por disminución de la cantidad de sangre que llega a nuestro cerebro o bien, por compresión del cerebro contra el hueso.
Son diversas las patologías que pueden ocasionar el aumento de la presión intracraneal, como infecciones, traumatismos, malformaciones, masas, entre otros y pueden presentarse de manera crónica, con evolución lenta o bien, ser súbito el aumento y ameritar un diagnóstico y tratamiento rápido.
En el monitoreo de la presión intracraneal, se utilizan sensores de presión que se introducen dentro de esta cavidad. Los transductores tienen en su punta, un sistema de fibra óptica o sensor de presión que emiten ondas o valores numéricos que pueden ser proyectadas en un equipo electrónico o bien, algunos más rudimentarios marcan un nivel de presión mediante una bolsa colectora, que permite la formación de una columna de líquido, que es oscilante, pero que al elevarse o bajar, indica la presión.
Los transductores se pueden agrupar en sistemas acoplados a fluidos, que usan líquido para transmitir la presión y otros, son sistemas no acoplados a fluidos. Entre algunos de estos se encuentran:
Conocer el valor de la presión intracraneal, permite al médico tratante, tomar medidas rápidamente para mantener el equilibrio y así, evitar daño al tejido cerebral.
Generalmente, se realiza un agujero en la piel y parte frontal del cráneo, por donde se introduce un transductor de presión o sensor, que se puede alojar dentro del tejido cerebral, en los ventrículos o en los espacios llenos de líquido (pero que se encuentran dentro del cerebro), o bien, en el espacio epidural o subdural, que están en la periferia de dicho órgano.
Los dispositivos intraparenquimatosos, se colocan dentro del tejido cerebral, donde exista mayor daño o lesión, para no subestimar los cambios de presión de la zona.
En el caso del drenaje ventricular externo, se inserta un catéter dentro de los ventrículos, que traduce la presión mediante una columna de agua y permite, en caso de estar muy elevada, drenar la cantidad suficiente para conseguir el equilibrio.
El procedimiento se realiza de la siguiente manera:
Se debe explicar al paciente, (en caso de menores de edad, padres o tutores legales), cuál es el objetivo de llevar a cabo este procedimiento, y explicar de manera detallada la técnica con sus posibles consecuencias.
Será indispensable contar con el consentimiento informado firmado por el paciente y familiares y/o testigos; en caso de menores de edad, por sus padres.
Para iniciar con el procedimiento, se deberá:
Durante el procedimiento el paciente no sentirá nada, puesto que se hace bajo sedación y analgesia.
Luego del procedimiento el paciente permanecerá con el dispositivo de medición intracraneal y es necesario:
El monitoreo se mantiene hasta que se considera que el paciente salió de peligro y por sí solo regula de manera adecuada la presión intracraneal.