Es una enfermedad crónica que se caracteriza por cambios en la consistencia o frecuencia de las deposiciones, acompañada de dolor abdominal, distensión abdominal y gases, principalmente.
Este síndrome afecta las vías digestivas con inflamación de la mucosa del estómago, duodeno (primera porción del intestino) y colón.
El tratamiento se enfoca en cambios en la alimentación, en el estilo de vida y aprender a manejar el estrés.