El VIH (Virus de la Inmudeficiencia Humana), invade y destruye células de nuestro cuerpo encargadas de defenderlo contra agentes extraños. En principio los síntomas que produce son muy inespecíficos, entre los cuales se pueden encontrar: enrojecimiento de la piel parecido a un sarpullido o incluso un cuadro muy parecido a una gripe común. Por muchos años el paciente infectado puede permanecer asintomático, ya cuando el virus ha destruido muchas células y estas se reducen el en organismo, se empiezan a presentar muchas enfermedades infecciosas (neumonías, gastroenteritis, invasión por hongos en boca y región genital). Por lo que se considera que el paciente pasó de ser un portador del VIH a presentar SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida).
La presencia del virus se determina mediante la toma de exámenes de sangre. Si ha presentado conductas de riesgo, le recomiendo consultar a su médico, pues el rápido tratamiento cambia el pronóstico y retrasa la progresión a SIDA.