Dependiendo de la clínica, síntomas, signos, historia clínica del paciente, antecedentes personales, familiares y exposicionales se crea una impresión diagnóstica. Para confirmar o descartar la sospecha se deben hacer análisis de sangre que pueden incluir marcadores tumorales, concentración de hormonas o sustancias en sangre, asociadas a la realización de imágenes diagnosticas como TAC. Si se encuentran imágenes compatibles con masas, se debe realizar una biopsia para saber la histología de la misma, lo cual ayuda a determinar si es benigno o maligno y qué tipo celular se encuentra en la masa.