La enfermedad de Alzheimer comienza con algunos síntomas que pueden ser poco específicos pero que interfieren en el funcionamiento normal de las personas, estos son: olvidos de información recién aprendida o pedir la misma información repetidamente (no recordar fechas o eventos importantes); dificultad para planear sus actividades, por ejemplo: tener dificultad siguiendo los pasos de una receta; desorientación: no recordar la fecha en la que está o el lugar donde se encuentra; dificultades para leer, analizar distancias y determinar un color; olvidar lo que iba a decir en medio de una conversación o repetir muchas veces lo mismo; colocar objetos fuera de su lugar habitual y ser incapaz de volver a encontrarlos; cambios en el estado de ánimo o personalidad.
Si presenta alguno de estos síntomas, no dude en consultar a su médico.