El proceso de cicatrización repara el tejido dañado, pero éste nunca vuelve a tener la misma resistencia que la piel sana. Dependiendo de las características de su herida, (el tamaño, la profundidad, la localización, el tipo de trauma que lo provocó) el proceso de cicatrización puede variar. En ocasiones las cicatrices pueden generar retracciones en la piel que pueden doler, la piel puede quedar más sensible de lo normal o insensible, en ocasiones puede generar dolores crónicos. Si el dolor fue algo ocasional y no le genera un compromiso importante en su vida no es nada de que preocuparse, ya que después de tanto tiempo no existe riesgo de sobreinfección o de alguna otra complicación.