Si han comprobado que el niño tiene fiebre medida con termómetro (mayor a 38 °C), lo mejor que pueden hacer es consultar al servicio de urgencias o a una cita prioritaria de pediatria.
Es importante descartar alguna gastroenteritis bacteriana, especialmente si tiene deposiciones fétidas. Es posible que estas infecciones progresen o que el niño se deshidrate o deje de comer por lo que es importante consultar.