Las várices de miembros inferiores son venas que no funcionan bien y se dilatan haciéndose visibles y gruesas en diversos grados: entre más alto el grado más molestias pueden traer y más grandes y gruesas son.
El dolor causado por várices puede ser algo llamado dolor sordo, que se acompaña con edema de piernas y fatiga de extremidades. En ocasiones con hormigueo o adormecimiento. Se reconocen a simple vista porque se ve literalmente en la piel la vena y su recorrido: puede ser de color verde, moradas o rojas. Dependiendo del grado de severidad así se maneja y se tratan de controlar los síntomas.