Cuando se presenta una hipoglicemia por dosis alta de insulina, se debe subir los niveles de glucosa para llevarlos a un valor normal que evite que el paciente tenga un desmayo o un síncope por esta razón. La elevación de las cifras de glucosa se puede hacer en la urgencia a través de un bolo de glucosa o dextrosa por la vena o se le puede tratar de suministrar a la persona por vía oral una bebida que contenga azúcares de rápida absorción así: si el paciente está consciente y tolera la vía oral se administrarán de 10 a 15 gramos de hidratos de carbono de absorción rápida (un vaso de zumo de frutas o agua con 3 cucharaditas de azúcar. Se puede repetir a los 15 - 20 minutos si persisten los síntomas o se observan niveles bajos de glucemia). Garantizar un aporte suficiente de hidratos de carbono en las siguientes horas. Es mejor ingerir hidratos de carbono de absorción lenta, como galletas, pan, leche o fruta.
Si el paciente es incapaz de tragar o se encuentra inconsciente: Vía venosa periférica y administrar glucosa hipertónica (GLUCOSMON*) 30 ml al 50% o 150 ml de suero glucosado (SG) al 10%. Tras normalizarse la glucemia, hay que evitar un nuevo descenso pautando suero glucosado 5 - 10% en cantidad y tiempo variable en función de la vida media del fármaco o la insulina responsable.
Si no es posible canalizar vía: GLUCAGÓN 1mg (1amp) im o sc., asegurando posteriormente el aporte adecuado de hidratos de carbono por vía oral o parenteral para evitar la recaída.