El diagnóstico de asma es mayoritariamente clínico, es decir basado en los síntomas que la persona refiere. Se pueden hacer pruebas complementarias como la espirometría -por ejemplo- y estas arrojar resultados normales incluso (si la persona no presenta obstrucción al momento de hacer la prueba). Incluso un asma en algunas personas sólo se puede manifestar con tos persistente de tipo seca y nada más, con eventuales crisis de obstrucción que pasan desapercibidas o interpretadas como resfriados.
Las sibilancias se presentan en crisis agudas de asma principalmente o asma poco controlada. La saturación de oxigeno puede ser normal si la persona no está en crisis obstructiva aguda.