La presión considerada normal es aquella menor o igual a 120/80 mm hg. Valores por encima de esto pueden hacer sospechar de prehipertensión o hipertensión grado I o II. Entre más alta más peligrosa puede ser.
La presión arterial alta que debe ser evaluada en urgencias es aquella que se acompaña de síntomas peligrosos como dolor en el pecho, cefalea intensa, convulsiones, problemas motores o sensitivos neurológicos, sangrados por nariz u oídos, entre los más peligrosos.