Los síntomas físicos más comunes del SPM abarcan: Distensión o sensación de gases, sensibilidad en las mamas, torpeza, estreñimiento o diarrea, deseos vehementes por alimentos, dolor de cabeza, menor tolerancia al ruido y las luces. Otros síntomas abarcan: Confusión, dificultad para concentrarse u olvidos, fatiga, sentirse lenta o perezosa, sentimientos de tristeza y desesperanza, sentimientos de tensión, ansiedad o nerviosismo, comportamiento irritable, hostil o agresivo, con arranques de ira hacia sí misma o hacia los demás, pérdida del impulso sexual (puede incrementarse en algunas mujeres), altibajos en el estado de ánimo, poca capacidad de discernimiento, baja autoestima, sentimientos de culpa o aumento de los miedos, problemas para dormir (dormir demasiado o muy poco).