Lo primero que se debe evaluar es el tipo de alimentación que se tiene, ya que esta es por lo general, la causante de los síntomas, además el control del estrés es indispensable ya que se puede somatizar parte del mismo al tracto gastrointestinal. Es recomendable evitar los lácteos enteros, condimentos, comidas grasosas, algunos granos, ya que se pueden generar los síntomas de colon irritable. Recordar aumentar la ingesta de agua.