Inicialmente se deben hidratar de forma constante con cremas. Se debe lavar muy bien a diario entre los dedos, además de secar y evitar la humedad, ya que los síntomas pueden ser producto de no secar adecuadamente los pies después del baño. Si no hay mejoría, es necesario que se acuda a una valoración presencial para poder evaluar si se presentan hongos como causa de la descamación.