Cuando una placenta se presenta en el grado II o III antes de la semana 34, puede decirse que está envejecida prematuramente. Cuando se dice que hay placenta vieja o hipermadura, esto podría llevar a pensar que el bebé desarrollará una restricción en su desarrollo por insuficiencia placentaria, ya que esta insuficiencia produce, en el feto, Hipoxemia y déficit nutricional. Esto último es causa de retraso de crecimiento intrauterino, por ello es importante realizar un adecuado control prenatal, especialmente en la etapa final del embarazo. La dieta realmente a estas alturas, no va a ayudar mucho realmente, ya que el problema no es de aporte de nutrientes, sino de que la placenta no está haciendo su función adecuadamente.