Los ataques de pánico ponen al organismo en alerta, por lo tanto es esperable que se aumenten las pulsaciones, la frecuencia de respiración y presentar agitación motora. En ocasiones, al exaltar las funciones del cuerpo, puede generar mareo, dolor de cabeza, náuseas e incluso desmayos. Es importante que se ponga en tratamiento y se realicen consultas frecuentes con el psiquiatra.