Siempre se debe proteger del sol, usando bloqueadores solares especiales para bebés, uso de sombreros y uso de ropa holgada, además se debe mantener una adecuada hidratación, con leche materna y agua. A los 6 meses se inicia la alimentación complementaria a la leche materna, sin necesidad de suspenderla completamente. El cambio de alimentación requiere ayuda y paciencia. Lo primero es tener control sobre las posibles intolerancias alimenticias, es decir, si algún alimento produce diarrea, aumento de fiebre, estreñimiento, u otro tipo de enfermedades al bebé. Se puede iniciar paulatinamente con cereales fortificados con hierro (de arroz, cebada o avena). Frutas en papillas o trituradas como banano, pera, durazno (melocotón) o puré de manzana. Verduras en papillas o trituradas como aguacate, zanahorias bien cocidas, calabaza o camote. Carne en puré (pollo o carne de res). Pequeñas cantidades de yogur sin endulzar (pero no leche de vaca hasta que tenga 12 meses). Legumbres en puré como arveja y lentejas. También distintos tipos de frijoles como los negros, rojos.