En realidad se ha estudiado mucho sobre el tema y hoy por hoy no hay productos seguros, eficientes ni convenientes. Se han estudiado geles, bombas de vacío, inyecciones de sustancias en el cuerpo del pene sin lograr mayores efectos y sí con riesgos de salud para el órgano. La preocupación hoy en día es en que el alargamiento o aumento del volumen no dañe el pene como tal en su estructura y función.