Si es muy difícil la expulsión, se necesitan de terapias respiratorias que ayuden a la secreción de las mismas y así mismo, a disminuir la sensación de ahogo. Se recomienda elevar la cabecera de la cama para que el ahogo disminuya. Lo más recomendable es que se consulte al médico tratante para que se formulen terapias respiratorias o si se puede acceder directamente a ellas, es recomendable que se haga de manera prioritaria.