Sin poder revisar las lesiones no es posible dar un diagnóstico y por lo tanto, tampoco un tratamiento. Si el brote no ha respondido al tratamiento instaurado, lo más recomendable es que se reconsulte ya que se debe valorar con más detalle y cambiar el tratamiento. Por ahora evitar zonas húmedas como piscinas, evitar el uso de ropa ajustada, de lana o paño, preferiblemente ropa ancha y de algodón, además evitar el rascado.