Normalmente el flujo vaginal puede variar según los momentos de la vida: No es el mismo en la niña, en la adolescente, en la mujer adulta y en la menopáusica. En la etapa reproductiva de una mujer, el flujo normal durante la primera parte del ciclo menstrual, cerca de la ovulación, es cristalino, como clara de huevo. En la segunda parte del ciclo, previa a la menstruación, hay un flujo menos abundante, más espeso, oscuro y adherente. Si se presentan síntomas que pueden asociarse a una infección vaginal como lo es ardor al orinar, dolor bajito abdominal, flujo amarillento o blanquecino de olor fuerte, se debe consultar al ginecólogo.