Cualquiera de las dos puede ser la causa.
Tanto el estrés como la ansiedad generarán una respuesta similar en el organismo, que facilitará el desarrollo de algunos síntomas inespecíficos como los tics.
Es posible que se refiere a un tic nervioso de músculos como el platisma o espasmos del esternocleidomastoideo, todos músculos del cuello.
No pasa nada, no se trata de una situación de gravedad, pero que si puede ser molesta y dolorosa en el caso de los espasmos musculares.
El manejo involucra el control del estresor, lo cual podemos lograr con técnicas de relajación, meditación y respiración, actividades como el aprendizaje de idiomas, danza, el arte, la lectura y escritura pueden aportar enormemente al bienestar mental.
A esto hay que adicionarle una dieta balanceada y la actividad física regular, que permitirán reducir el estrés, manejar la ansiedad y crear hábitos de vida saludable.
Si presenta dolor puede emplear analgésicos de venta libre, aplicar calor en los músculos tensionados o alternarlo (calor y frío) para reducir el dolor.
Ciertamente la depresión y la ansiedad suelen ir de la mano, y no es raro que características de una se presenten en la otra, por ello puede notar algunos rasgos ansiosos a pesar de ser diagnosticado con depresión.
Aún en ausencia de un diagnóstico psiquiátrico, el apoyo por psicología puede ser valioso para manejo de las emociones y control de estas manifestaciones. Solicitarlo de forma temprana es un signo de interés personal y autocuidado.