El tratamiento depende de la causa. La principal, en el caso de los hombres, es hormonal por aumento de andrógenos. También puede ser secundario a historia familiar, disminución de folículos pilosos o enfermedades sistémicas como Hipotiroidismo. Se recomienda consultar al dermatólogo para que se pueda hacer una aproximación completa e indicar el tratamiento si se cree necesario.