La inflamación va desapareciendo gradualmente conforme pasan los días y depende de la complejidad de la cirugía.
En general no deberías presentar mucha inflamación, pero si es normal sentir una zona endurecida y delimitada cercana al sitio de la cirugía, ya que parte de la recuperación es que la inflamación se encapsula y se siente como una bola dura que puede molestar al realizar presión.
Por lo tanto no debes alarmarte pero si persiste, no disminuye y presentas un dolor agudo te recomiendo asistir donde el profesional que realizó la cirugía.