La mayoría de los casos se resuelven sin tratamiento en uno o dos meses. El tratamiento con láser o la terapia foto-dinámica para sellar la fuga pueden ayudar a restaurar la visión en personas que presenten una fuga más grave y con mayor pérdida de visión o en quienes hayan tenido la enfermedad por mucho tiempo. Las personas que estén utilizando medicamentos esteroides (por ejemplo, para tratar enfermedades auto-inmunitarias) deben descontinuar su uso, de ser posible.