Es recomendable realizar ejercicios de estiramiento, evitar posiciones incómodas que puedan disminuir el flujo sanguíneo del muslo y la pierna, recordar hidratarse adecuadamente, consumir frutas con potasio, ya que alteraciones en la concentración de éste pueden generar calambres. Tratar de caminar y apoyar la pierna para evaluar el funcionamiento normal de la misma.