Inicialmente, puede tratarse de una respuesta asociada al proceso de cicatrización normal del procedimiento que en ocasiones puede causar una irradiación sobre los nervios de la cavidad pélvica. Por el momento no es nada de lo que deba preocuparse pero si nota que evoluciona a un dolor que interrumpe su vida normal o limita la movilidad, debe consultar al médico para una valoración presencial.