Puede ser que la posición que se está asumiendo al dormir no es la mejor, que el colchón que se esté usando no sea el mejor o que involuntariamente se esté durmiendo bajo tensión o estrés, y eso se refleje en un aumento del tono muscular del cuerpo por la noche, que se refleja en horas de la mañana con dolor como si se hubiera estado haciendo ejercicio físico en vez de dormir.