Durante el embarazo existe un crecimiento del útero, distensión de los ligamentos que lo sostienen y movimiento de las vísceras abdominales, por lo cual esto puede ser traducido en la presencia de dolor pélvico tipo corrientazo, éste es de leve intensidad, intermitente y cede espontáneamente. Se debe controlar el dolor con analgésicos antipiréticos (Acetaminofén) si el dolor es constante, acostándose del lado izquierdo. Si el dolor no cede, se intensifica, existe flujo vaginal anormal, salida de líquido por la vagina, consultar al médico de manera rápida.