No hay estudios o evidencias de que la Coca-Cola o soda hagan daño al feto, pero sí aumentan valores de azúcar en la sangre que pueden llevar a daño en los vasos sanguíneos o llevar a complicaciones como Diabetes gestacional y macrosomía fetal (que el bebé venga muy grande) y con problemas de azúcar. Lo recomendable durante el embarazo es siempre mantener una dieta balanceada, no tomar gaseosas: sólo jugos naturales, agua, frutas, verduras y comer en horarios establecidos.