Es muy importante que usted procese todo lo que lleva adentro y no lo ha resuelto por las razones que sean. Para hacerlo puede contar con un psicólogo, psicoterapeuta, amigo/a, padres, familiar de su confianza, confesor (si usted es religioso), profesor/a de confianza, médico. Si usted logra hablarlo, recibir soporte para sus temores, miedos, angustias, etc. va a ir resolviendo las cosas de manera mucho más fácil de lo que que cree.