Lo primero que se debe hacer es mantener una dieta muy balanceada, rica en agua, frutas y verduras, comer por horario, bañarse con jabones suaves y con agua tibia, baños cortos. Evitar el rascado o la manipulación de las lesiones. Retirar excesos de sudor frecuentemente. Si persisten los síntomas, consultar al médico tratante para que se establezca la severidad de los síntomas y se pueda definir un manejo.