Cuando se rasura la persona se pueden generar inflamaciones en los espacios donde se localizan los vellos, y se genera lo que se conoce como Foliculitis, secundario a esto aparecen granitos. Por lo tanto, si después de afeitar la piel (independientemente de su localización), aparecen estas lesiones, lo mejor es suspender el uso de cuchillas y buscar un mejor método de depilación.