La mayoría de los programas de tratamiento para las personas que tartamudean son de "comportamiento." Están diseñados para enseñar a la persona destrezas o comportamientos específicos que le ayuden a obtener una mejor comunicación oral. Por ejemplo: muchos patólogos del habla y el lenguaje enseñan a las personas que tartamudean a controlar o vigilar el paso al que hablan. Además, podrían empezar a aprender a decir las palabras de una manera un poco más lenta y con menos tensión física. Podrían también aprender a controlar o vigilar la respiración. Al aprender a controlar el paso al que hablan, estas personas con frecuencia empiezan por practicar utilizando oraciones y frases cortas a un paso más lento de lo normal, hasta lograr expresarlas con facilidad y sin interrupciones.
Con el transcurso del tiempo aprenden a expresarse con mayor facilidad y rapidez, en oraciones más largas y en situaciones más retadoras hasta poder hablar con facilidad y de manera natural. Con frecuencia son necesarias sesiones de "atención postratamiento" o de "mantenimiento" una vez terminada la intervención formal para evitar las recaídas.