Con la toma de ese examen se pueden evidenciar lesiones óseas como infecciones, pérdida de densidad ósea, lesiones tumorales (metástasis), fracturas patológicas, desórdenes metabólicos (osteomalacia), hiperparatiroidismo primario, osteoporosis, entre otras.
El examen lo puede tomar un técnico bajo la supervisión de un médico especialista en medicina nuclear. El examen consiste en la aplicación de una pequeña cantidad de material radioactivo en las venas, posterior a lo cual el paciente debe entrar en una cámara especial para detectar lugares de captación anómala en los huesos.