Así como es muy importante un buen cepillado de los dientes, también lo es de la lengua y de los tejidos blandos (con mucha delicadeza). El uso de la seda dental, para eliminar restos alimenticios donde el cepillo no alcanza, y el uso de un enjuague bucal, puede ayudar a eliminar el mal aliento. Si se continúa con esta molestia, se debe consultar con un médico, para descartar problemas gástricos.