A los 18 años la tasa de crecimiento ya es muy baja, puesto que el influjo hormonal que estimula el crecimiento ya ha bajado casi por completo. Por eso es recomendable mantener una buena dieta y realizar actividad física desde edad temprana para estimular el crecimiento.
Además recuerde que la genética también juega un papel importante: si sus padres y familiares son de estatura baja o promedio no espere una estatura por encima del promedio.