Inicialmente se debe evitar consumir grasas y fritos debido a que estos son la principal causa del colesterol alto. Los cambios en la alimentación deben ir acompañados de actividad física periódica, en la que se sude bastante y se aumente la frecuencia cardíaca. Si los niveles de colesterol son muy altos y el riesgo vascular calculado es moderado, se deberán tomar medicamentos pero eso sólo se puede evidenciar en una valoración presencial para realizar un ejercicio clínico adecuado.