En ocasiones esos temblores son por un aumento en los niveles de ansiedad, durante situaciones donde el estrés o la presión es alta, lo cual produce que respiremos más rápido y por lo mismo también se pueden experimentar adormecimientos y cosquilleos en los miembros superiores.
Si los síntomas son muy marcados y aparecen muy seguido y usted no logra controlar los niveles de estrés y ansiedad, es recomendable que acuda a un médico para evaluar qué posibilidades de tratamiento tienen.