Los síntomas de un potencial cáncer de próstata son prácticamente indiferenciables sobre todo en su etapa más temprana (crecimiento benigno de próstata). Estos síntomas incluyen: Dificultad para orinar, chorro o micciones débiles, goteo post-miccional, sangrado en la orina (hematuria), entre otros. Por eso es importante hacer de forma periódica, a partir de los 35 a 45 años, exámenes periódicos de la glándula sobre todo si se tienen antecedentes familiares de patología de próstata.