Si bien el reírse logra que el cuerpo obtenga una relajación enorme y resulte una experiencia gratificante, cuando se está riendo como tal, y sobretodo si es a carcajadas, los músculos se contraen durante las mismas (tal y como se estuviera haciendo un ejercicio físico) cuando se para de reír y estas contracciones musculares cesan, finalmente se queda relajado pero puede que con cierta molestia de dolor o cansancio muscular por la misma risa.