El tratamiento de cada tipo de epilepsia, al igual que su evolución, depende del tipo de epilepsia, de la respuesta al tratamiento farmacológico. Cada paciente responde diferente independientemente que le sea diagnosticado un tipo específico de epilepsia. La forma para establecer esta evolución y considerar la suspensión del tratamiento debido a la ausencia o no de crisis es realizar pruebas que determinen la ausencia de actividad epileptiforme, De otra forma no es posible asegurar que la paciente tiene una evolución hacia la mejoría, sólo porque refiere sentirse mejor. En conclusión: de unos 50 casos de epilepsia, hay 40 que son curables o manejables solo con fármacos. Hay otros supuestos en los que la enfermedad se puede superar con una intervención quirúrgica, en un 5% de los casos.