En ningún caso es recomendable que los bebés duerman en la misma cama con su madre o sus padres ya que ellos requieren su espacio, estarían inhalando CO2 de los padres, lo que no dejaría una adecuada oxigenación, además se corre el riesgo de que involuntariamente se ahogue al bebé. Siempre debe dormir en su propia cuna, boca arriba, no usar toallas o productos diseñados para que el bebé se mantenga en cierta posición. Acostar al bebé en un colchón firme y plano, sin almohadas, juguetes ni otros objetos, salvo una sábana ajustable sobre el colchón. Evitar abrigar demasiado al bebé.