Los cuidados se dividen en inmediatos y mediatos. Los primeros son indicados y realizados por el personal de enfermería, siendo ordenes directas del cirujano. Los cuidados mediatos (la primera semana), incluyen: Comer y beber: ninguna restricción en cuanto a lo que se puede beber y comer, pero es probable que no se tenga demasiado apetito al comienzo. Cuidado de la herida: la herida debe estar limpia y observar si aparece algún signo de infección (enrojecimiento, edema, y calor). Signos de alarma: llamar al cirujano o ir al servicio de urgencias si se observan algunos signos de infección en la herida, dolor que no cede con el manejo analgésico o se tiene fiebre superior a 38,3° C . Recordar la cita de control para conocer el resultado de patología. Usualmente se pueden reanudar las actividades normales 1 semana después de la cirugía, con limitación para el ejercicio intenso por 5 semanas. Pero eso depende de la extensión de la cirugía y si la apéndice se encontraba perforada o no.