La opción de vacunarla o no es de la madre y representante legal de la niña en estos momentos, nadie obliga ni puede obligar a que se ponga o no la vacuna. La vacuna se recomienda en tres dosis a partir de los 9 años de edad ya que se ha descubierto que tiene la habilidad de prevenir que la niña en un futuro al entrar en contacto con el VPH por causa del inicio de la vida sexual, tenga más posibilidades o riesgo de desarrollar lesiones cervicales a causa de este virus, es decir, se está usando como una herramienta preventiva. Las vacunas para ser usadas en humanos pasan muchos procesos de investigación previos y pruebas con el fin de tener la seguridad de que no son peligrosas pero no dejan de tener algunos efectos secundarios en algunas personas por cuestiones netamente individuales de cada organismo, entre ellas, que la persona sea alérgica a algún componente de la vacuna que es lo más frecuente que puede suceder.