Principalmente cuando esta situación clínica ocurre, puede ser debido a varios factores:
1. Retraso en la cronología de la erupción: cada uno de los dientes del niño comúnmente llamados dientes de leche tienen un rango de tiempo para que hagan su exfoliación (caerse) y empiecen su recambio por los dientes permanentes, debido a que una de las funciones de los dientes temporales (leche) es guardar el espacio para que erupcione (salga) el diente permanente (o de recambio). En ocasiones estos rangos pueden variar y por eso no se caen, no necesariamente es algo malo, simplemente el proceso esta atrasado y lleva mas tiempo del promedio establecido. Para que tengas en cuenta los dientes de adelante o incisivos están en un rango de los 6 a los 8 años, los caninos (colmillos) y molares (muelas) de los 9 a los 12.
2. Agenesia (no formación del diente permanente), por lo tanto el diente temporal (de leche) no se cae, debido a que la función del diente definitivo es empezar a consumir (destruir) la raíz del diente de leche mientras erupciona (sale) mediante un proceso llamado risoclasia, por eso se afloja y finamente se cae.
3. Malposiciones dentarías: El diente temporal sirve de guía para la erupción del permanente, si el diente definitivo no sigue esta trayectoria (no se realiza el proceso de risoclasia), se forma en otra zona, el diente queda retenido y no erupciona.
Para llegar a un diagnóstico más acertado es necesario contar con una radiografía que muestre el estado de cada diente temporal y la formación de cada diente permanente. Te recomiendo visitar al odontólogo para que este pueda proporcionar un diagnóstico y empezar un tratamiento si es necesario.