Yo diría que no sólo el cerebro, sino también todo su cuerpo en cierta forma ya que si lo piensa el organismo humano es muy dinámico internamente y constantemente cambia moléculas químicas que contiene para suplir las necesidades. Por ejemplo, es capaz de transformar una molécula de grasa en azúcar. En ese orden de ideas el semen puede ser transformado en miles de otras moléculas químicas que se pueden usar en diferentes partes del cuerpo para suplir necesidades si así lo requiere. Otro ejemplo puntual: al cabo de un tiempo los glóbulos rojos viejos llegan al bazo, donde son destruidos o reciclados de alguna manera para dar paso a otros nuevos.